El “sobre mí” es una de las páginas más importantes de tu proyecto. Además, suele ser una de las más visitadas (si no me crees, haz la prueba.) Y sin embargo es la eterna olvidada. Yo, vecina, he visto. cosas que jamás creerías… he visto “sobre mí” sin nombre ni nada, sin presentación y sin sabor.
Quiero dejarte claro dos cosas antes de que sigas leyendo: la finalidad del “sobre mí” no es contar El Quijote sobre tu infancia… no es aburrir al personal ni sirve para que la gente cotillee tu vida como si fuera la Cuore.
La finalidad del sobre mí es… ¡Inspirar confianza! y… ¿para qué quieres inspirar confianza? pues para vender más, vecina. Ya está, chimpúm. No hay más.
Así que hoy, tras la encuesta que hice en Instagram, en la que os preguntaba sobre la temática del próximo post… ganó este tema (por muy poquito, la verdad). Así que si votaste la otra opción, no te preocupes porque la próxima semana, hablaré sobre la descripción de productos.
Los 8 pasos para escribir un «sobre mí»
Y ahora sí, te traigo 8 pasos que te servirán de guía para redactar tu “sobre mí”:
- Público. Céntrate en tu público y háblale a él en particular. Doy por hecho que ya conoces quien es tu cliente ideal. Por eso estoy segura de que dirigirte a él, será coser y cantar.
- Empieza por lanzar una pregunta que invite a seguir leyendo. Una pregunta que quizás se esté haciendo el lector y que conseguirá atraparle hasta el final. “¿Quieres saber por qué deberías contratarme? ¿estás cansada de escribir en tu blog sin obtener resultados? ¿Tu bebé no duerme por las noches?”. Busca las preguntas que tus clientes se están haciendo, elige la mejor y cuéntale por qué elegirte a ti entre el millón de la competencia es lo mejor que puede hacer ahora mismo.
- Anécdotas, las justas. La verdad es que hubo un “Boom” con un estilo de “sobre mí” en los que hasta se nos cuenta si el emprendedor en cuestión duerme del lado izquierdo o del derecho. Una anécdota puede transformar tu sobre mí en memorable, pero tres son multitud. Elige una anécdota que esté vinculada con tu proyecto.
- Foto, siempre. Soy pesada con este tema pero es que…debo insistir. Con lo guapa que tú eres… de verdad, no vale una foto de espalda, ni de un pie, ni de un paisaje. Inspira confianza mostrando tu cara más amable y veraz. Es mejor que acudas a un profesional de la fotografía que sea capaz de sacar lo mejor de ti. Utiliza colores que vayan contigo y tu proyecto y sobre todo: ¡Sonríe! (nadie quiere contratar a alguien que está de mal humor).
- Escribe por qué haces lo que haces y por qué has llegado hasta aquí. A veces nos enredamos a enumerar las tesis y los premios y los estudios que hemos realizado pero… sinceramente, aburren hasta a las abuelas. Tu sobre mí no es un Curriculum Vitae, es la página de ventas más importante que tendrás en tu web.
- Humor. Los humanos somos así, nos gusta que nos saquen una sonrisa porque la risa provoca empatía y por ende, confianza. Eso sí, sin pasarse de la raya. Porque una cosa es que te dediques a la venta de laca de uñas y otra que te dediques a alguna empresa fúnebre… donde el humor, se consideraría de muy mal gusto y hasta ofensivo.
- ¿Por qué escribes en tercera persona? No, nunca… jamás. No hagas tu “sobre mí” en tercera persona. Y si sois un equipo de trabajo, entonces que cada uno haga un mini sobre mí. De todas formas, aunque sea un equipo… seguro que alguien lleva la voz cantante y puede, hasta ejercer de presentador.
- ¡Llamada a la acción!. Siempre se olvida y es casi lo más importante. Tu cliente se ha leído tu sobre mí, está dispuesto a contratarte pero… al terminar de leer tiene que buscar en tu web dónde dirigirse… ¡ERROR! facilítale el camino. Eres tú quien debe guiar al usuario en tu web y no al revés. ¿Quieres que conozca tus productos? ¿que se suscriba? ¿que se descargue un e-book? Díselo.
Y ya está, ya tienes deberes por hacer. ¿Has conseguido redactar tu sobre mí? ¿te han servido estas pautas?
Cuéntamelo todo y no olvides compartir y contárselo a las vecinas. ¡Fuera vergüenza y a por el sobre mí!